El drama elegido (The Last Day, el destino de Mishima, el literato que sacrifica al héroe de su obra, a sí mismo) despliega el significado del vestuario como extinción del personaje, como realización de una idea: la transfiguración del vestuario, el despliegue de sus componentes, la mutación de formas y volúmenes; cada configuración define el juego del destino: la muerte como sentido de la vida, la continuidad de la vida en la muerte (el nuevo traje que surge del viejo, de su extinción surge un nuevo diseño). Los vesturios girarán entre mangas-pantalón, chalecos invisibles, faldas intercambiables. Será un estudio de su moldería y movimiento sobre el cuerpo.
Así como Platón habla de la dualidad en las Ideas, y Magritte de una doble interpretación de las palabra y las cosas, los objetos y sus imágenes; Mishima en su obra poética y teatral se le otorga el mérito de ser un extraordinario narrador de las contradicciones humanas. El hombre, vive y reconoce sus propias inclinaciones, poniéndose cara a cara frente al mundo. Es un conflicto de fuerzas y voluntades en donde el individuo, tristemente, sale perdiendo.
Esta relación ambivalente, en la que vive Mishima, escribe Platón y articula Magritte, es la relación que consagra la propuesta teórica y que se plasmará en el escenario. Lo “invisible” es visible: un vestuario que transgrede, piezas que se reinventan. Telas que girarán alrededor de los cuerpos, que contarán historias y mostrarán el modelo transmutable: una idea que se vive y ahora la visten.
Así como Platón habla de la dualidad en las Ideas, y Magritte de una doble interpretación de las palabra y las cosas, los objetos y sus imágenes; Mishima en su obra poética y teatral se le otorga el mérito de ser un extraordinario narrador de las contradicciones humanas. El hombre, vive y reconoce sus propias inclinaciones, poniéndose cara a cara frente al mundo. Es un conflicto de fuerzas y voluntades en donde el individuo, tristemente, sale perdiendo.
Esta relación ambivalente, en la que vive Mishima, escribe Platón y articula Magritte, es la relación que consagra la propuesta teórica y que se plasmará en el escenario. Lo “invisible” es visible: un vestuario que transgrede, piezas que se reinventan. Telas que girarán alrededor de los cuerpos, que contarán historias y mostrarán el modelo transmutable: una idea que se vive y ahora la visten.